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miércoles, 28 de octubre de 2020

Regreso al futuro (viajamos al 2030)



 Año 2030... qué lejos suena, y sin embargo, qué cerca está!. Cuando he leído la temática para esta entrada, lo primero que he pensado al plantearme la educación en el 2030 ha sido en un futuro en donde la cibernética ha monopolizado todo, el profesor es ahora un robot que marca las directrices en el aula, los alumnos han olvidado lo que es un pluma estilográfica y el aula escolar ya no nos recuerda nada a la antigua imagen que teníamos de ella. Pero luego, lo he pensado bien y... 2030? si estamos en el 2020, y solo quedan diez años para que lleguen!.

Así que no, no creo que dentro de diez años hayamos avanzado tanto, incluso permitidme que dude de si vayamos a avanzar algo... Recuerdo cuando era pequeña y en mi clase se empezaron a introducir elementos tecnológicos poco a poco: una tablet, una pizarra electrónica... aquellos nos parecía maravilloso a todos y me imaginaba una educación cuando fuera mayor en donde la tecnología estuviera en auge. Pero han pasado los años, y tristemente, después de casi quince años de aquello, yo sigo en un aula y las cosas no han cambiado absolutamente nada. Y en la sociedad muchas veces tampoco, ha habido revoluciones que de vez en cuando conmocionan a la sociedad como el "palo de Selfie" que dice el meme, pero en esencia seguimos siendo los mismos.

Si en vez del 2030 pusiéramos un 2060 por ejemplo, ahí sí que fantasearía un poco más, y te diría que seguramente los alumnos en ese futuro no sabrán lo que es una tiza, pues ellos solo saben escribir con teclados, igual no saben ni cómo es la vivencia en un aula, porque reciben las lecciones telemáticamente desde sus casas (esto si que me recuerda un poco a la realidad...), igual no hay una figura de profesor como tal, y las lecciones se imparten de forma interactiva, en las que el alumno accede a la información por sí solo, igual no hay ni educación, porque existen microchips educativos que se inserten y te proporcionen todo el material didáctico necesario.... quién sabe.

A mi me gusta pensar que todo va a seguir igual, que por mucho que avancen las tecnologías, no serán capaces de dar con el algoritmo de las relaciones interpersonales, del trato humano entre profesor-alumno, de la reciprocidad y empatía en el aula, de la amistad entre compañeros. 

Me gustan las tecnologías, y admito que aplicadas de forma correcta ayudan mucho en ámbitos necesarios, en donde incluyo la educación. Pero qué le voy a hacer, soy de la vieja escuela, valoro demasiado el trato personal, no sé manejar bien el power point y escribo los exámenes con pluma estilográfica.  No sé cómo será la educación en el futuro, pero la del presente, con sus más y sus menos, seguro que me sigue gustando más.

Tratando los conflictos en el aula



 En la entrada de hoy, se nos propone que analicemos un posible conflicto que se pueda producir en el aula y que a su vez, propongamos una serie de medidas que se pueden adoptar para intentar solucionarlo.

Voy a proponer un conflicto que creo que es bastante común en las aulas, pero que al tratarse de un conflicto "menor" (ya que es mucho menos fuerte que otros como una violencia física y abusos), muchas veces pasa desapercibido y no cuenta con la atención que debería dársele, acarreando consecuencias personales en las personas afectadas. 

Se trata de los pequeños abusos verbales que se producen entre compañeros, como pueden ser la utilización de adjetivos racistas para referirse a compañeros (moro, negro, blanquito...), o el uso de motes que hacen referencias ridiculizadas a aspectos físicos (gordito, el zanahoria...), que se presentan como meras bromas, que dicen, van dirigidas sin maldad y con el simple objetivo de "hacer la gracia", pero que en muchos casos afectan verdaderamente a la persona, que en muchas ocasiones no dice nada por no sentir el rechazo de sus compañeros y no crear conflicto con ellos.

Ante este tipo de verbalización nociva, me parece interesante establecer una mediación entre los compañeros, en la que se de prioridad al diálogo, en el cual se debe expresar claramente los sentimientos de cada uno y las opiniones personales, favoreciendo el escuchar a los demás, y entender su punto de vista y cómo se siente. Llegar a una empatía sería lo idóneo, es decir, que el alumno que causa algún daño sobre otro compañero, llegue a ponerse en su lugar, comprender que puede que sus acciones estén repercutiendo negativamente en su compañero, y llegando a la conclusión de que su conducta debe erradicarse.

Me parece imprescindible, cuando se trata de este tipo de cuestiones que solo afectan en el aula, que el asunto se resuelva allí, en el propio aula. Darles la oportunidad de llegar a una solución consensuada entre ellos antes de recurrir a factores mayores como informar a la dirección del centro. De esta forma, ellos entenderán que les estás dando un voto de confianza y responderán favorablemente en la resolución del conflicto.

Por, último, resultaría beneficioso la instauración de una serie de normas y límites de convivencia que los alumnos deban respetar, se puede promover el decidir entre ellos esos propios límites, involucrándoles en la tarea de elegir ellos mismos lo que ellos mismos deben cumplir.

Reitero la necesidad del diálogo y la comprensión en cualquier conflicto, el entender el por qué se ha hecho, qué le ha llevado a hacerlo, los sentimientos del involucrado... son primordiales, y siempre deberían ser el primer paso a tomar en el camino de la solución de problemas.

domingo, 25 de octubre de 2020

Mi tutor ideal...

 


En esta nueva entrada se nos propone hablar de nuestra concepción de tutor ideal. 

Pues bien, empezaré hablando de las competencias que a mi parecer no le pueden faltar. Debe ser una persona integradora, que entienda que un clase de instituto es un conjunto muy heterogéneo de personas, en el que la diversidad étnica, cultural, sexual y personal puede ser muy diversa, por lo que deberá intentar crear una armonía y un bienestar entre todos los miembros de la clase, para que ninguna persona se sienta excluida del grupo.

Debe ser competente, en el sentido de llevar al día las cuestiones importantes, sobre todo en el plano administrativo y legal, saber los derechos y deberes, tanto suyos como los de sus alumnos, ya que deberá informarles de qué pueden o no hacer, qué acciones están en sus manos como estudiantes que puedan hacer cambiar las injusticias y las cosas mal hechas. 

Debe ser orientador, poder informar a sus alumnos de sus opciones, de las posibles salidas al mundo laboral que existen y acompañarlos en el camino de la enseñanza hacia ellas. Pues hay alumnos que se encuentran muy perdidos, sobre todo en los años finales de instituto, y pueden encontrar en la figura del tutor una persona de confianza en la que poder apoyarse y en la que depositar su confianza para recibir consejos personales y orientativos.

También deberá mantener un contacto directo con los padres de los alumnos, mantenerlos informados del avance de la clase y de la situación personal de cada uno de sus hijos, la labor de enseñanza se realizará de forma mucho más llevadera si la comunicación paterna es óptima, ya que el futuro de los chavales depende de las dos partes.

El contacto directo también deberá existir hacia los alumnos de forma individual, a parte de estar al día de la situación general del grupo, deberá llevar un orden personal con cada uno de los alumnos, saber qué tal avanza individualmente, estar al corriente de si tiene problemas, en qué asignaturas se atasca, o si hay conflictos con algún compañero o profesor.


En cuanto a las características más individuales, podría enumerar un sinfín de ellas, pero basicamente pienso que un buen tutor debe ser atento, debe dar ejemplo en palabra y acto, ser cercano para facilitar la proximidad con sus alumnos, simpático y comprensivo. La paciencia también es importante y la motivación necesaria. El tutor, al fin y al cabo, debería ser una figura en la que los chavales pudieran apoyarse. Lástima que todas estas descripciones no se correspondan mucho con la realidad, en la que la figura del tutor es más bien alguien en el que ha caído la asignación, y que pasa más bien desapercibido, como si fuera un profesor más del grupo, que solo responde como tutor con cosas bastante superfluas y rutinarias. 

Esperemos que estas descripciones idóneas del buen tutor por lo menos nos hayan servido para darnos cuenta de cómo nos gustaría que fuera, y por lo tanto, cómo deberíamos ser en el caso de que en un futuro recaiga sobre nosotros el papel de ser tutor.

sábado, 24 de octubre de 2020

Hablando de películas...



 En esta entrada, os traigo una película que en su momento me llamó mucho la atención. Se trata de "Capatain Fantastic", un largometraje estadounidense dirigido por Matt Ross en el que vemos a un espectacular Viggo Mortensen como protagonista. En ella, Ben (Vigo), encarnará el papel de un padre, que junto a su mujer, han pasado diez años criando a sus hijos en el entorno de unos bosques perdidos en el noroeste de Estados Unidos. En esos diez años, han permanecido totalmente aislados de toda comunicación con el mundo exterior, es decir, sus hijos, son niños que han nacido sin el menos contacto con las tecnologías, lejos de la vida en una cuidad, y sin saber nada sobre la sociedad de consumo capitalista que se desarrolla cerca de ellos.

Lejos de eso, Ben y su mujer decidieron criar a sus hijos en un entorno totalmente diferente, y darles una educación única, que les convirtió en niños llenos de formas de pensar y de vivir distintas al resto de niños. En la película se ven algunas de las lecciones: les enseñan a usar un cuchillo y armas en general, cazar animales y sacar provecho de ellos, aprender a través de la naturaleza todos los recursos que se pueden extraer de ella, y sobre todo, leer, leer mucho, muy variado y desde bien pequeños. 

Todos estos aspectos nos pueden recordar a un tema que hemos tratado aquí en otra entrada, la idea del "homeschooling", y es que la forma de educar que aquí se nos presenta no deja de ser un tipo de enseñanza en casa, en la que los propios padres se encargan de la educación de sus hijos y de los valores que quieren ver desarrollados en ellos.

En cuanto a la encuadración dentro de un estilo pedagógico de los propuestos por Fullat en su libro "Paideia", veo similitudes que harían posible su acogida en varios tipos de pedagogías, la que más me convence es la Pedagogía antiautoritaria, en tanto que intenta escapar de los autoritarismos y centrarse en las libres decisiones del niño. Pero la Pedagogía activa también defiende muy bien algunos contenidos similares, ya que ejercen una oposición a las enseñanzas tradicionales y buscan alternativas en las que la figura del niño también sea la protagonista, el cual debe aprender a través de métodos como las actividades y los juegos interactivos y físicos. La pedagogía libertaria también se ve representada en la película, ya que intentan escapar de los modelos como la escuela, que cortan la libertad y promulgan la represión, y en su lugar, se aboga por la vida en comunidad, como ocurre en Captain Fantastic.

En cuanto al verso que yo aportaría a la materia educativa, no me cabe más que decir que yo aportaría un verso cargado de entusiasmo, pues aunque el sistema educativo es un sistema que lleva muchos años funcionando, que es algo del pasado y en el que nos parece que todo lo que se podía hacer ya está hecho, no es así, de los errores se aprende, y de los errores se enseña. Está en nuestras manos enseñar a través de los errores ya cometidos, y mostrar con entusiasmo que a la enseñanza aún le queda mucho futuro.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Experiencia educativa del centro O Pelouro

 


Hoy en clase hemos tenido la oportunidad de acercarnos un poquito más a un centro educativo que me ha maravillado. Se trata de un centro gallego, fundado por Teresa Ubeira y su marido en los años setenta, y que sigue con su labor hasta hoy.

Este matrimonio (neuropsiquiatra y pedagoga terapeuta unidos por su interés hacia la infancia), crearon el centro persiguiendo la idea de construir un lugar de integración para niños con problemas psicológicos y emocionales, y lo consiguieron.

En O Peluro se puede ver como conviven con total naturalidad estos niños con problemas especiales (asperger, síndrome de down, autismo...) con niños que no cuentan con ningún problema, y es que en este centro se da la peculiaridad de esa diversidad que persigue una integración saludable de todos y cada uno de los niños. En el video que hemos visualizado en clase se mostraban los testimonios conscientes de los propios niños, los cuales declaraban que la relación con los compañeros que contaban con problemas era muy beneficiosa, pues "aprendían cosas sobre ellos, y ellos sobre nosotros". Y es que pienso que este centro ha dado con una de las claves más necesarias a la hora de educar a niños con problemas: la normalidad, tratarlos como si fueran normales, y no diferentes, ofrecerles las mismas posibilidades, retos y enseñanzas que a cualquier otro niño, para que la diferencia de su personalidad, no se convierta en una diferencia que marque el resto de aspectos de su vida, crecimiento y aprendizaje.

En este centro, por lo que he podido leer, no existen las aulas (de hecho en el video se veía cómo el propio centro era bastante heterogéneo e inusual en el espacio, cosa que también me ha llamado la atención y que me parece útil, pues aleja a los niños de esa idea de aula tan antigua), ni las horas fijas para dar las asignaturas, sino que la experiencia educativa se extiende a ámbitos como la expresión social, de relaciones, o la importante expresión emocional (la gran olvidada de nuestro sistema educativo), que hace que los niños desarrollen capacidades importantísimas de cara al futuro, como la empatía, la comprensión, la valoración personal o un autoconcepto positivo. Se deja al niño ser niño, y lo más importante, construir su propio yo, que le ayudará a orientarse en su vida. 



En este centro, el profesor acompaña al alumno en su proceso de aprendizaje, lo orienta y guía y sobre todo, lo comprende y escucha, dándole una libertad de expresión para conseguir un pensamiento propio y libre. 

En definitiva, este centro me ha parecido todo un descubrimiento, son unos auténticos pioneros en el trato de la diversidad. Y como he dicho, me parece que han dado en el clavo en muchas formas de tratar dicha diversidad, y así lo avalan las buenas críticas que el centro recibe, y el número de premios que han recibido, como el premio europeo como "escuela transformadora" de 2015 que reconoce su aportación en la lucha por conseguir una educación diferente y mejor. Ya podían/ podíamos aprender todos un poco de O Pelouro, saben lo que hacen y lo saben muuuy bien. 👌👌👌


ALGUNOS ENLACES SOBRE INFORMACIÓN DEL CENTRO QUE ME HAN SIDO ÚTILES:

https://www.elplural.com/10-anos/o-pelouro-la-demostracion-de-que-existe-otra-forma-de-educar_26225102

https://www.farodevigo.es/comarcas/2015/02/10/centro-o-pelouro-recibe-premio/1181244.html

https://ludus.org.es/es/pelouro

SOBRE LOS BLOGS DE ORIENTACIÓN/ RANKING DE BLOGS


Por fin llegamos al tema de la orientación, materia que, como ya he venido destacando en muchas de las entradas que he hecho en este blog, me parece de suma importancia dentro de la estructura de un centro.

La figura del orientador en muchas ocasiones queda devaluada, y no se le da la estima que realmente merece. En mi experiencia personal, el orientador de mi centro era una figura que casi nadie conocía, y que actuaba en muy pocas ocasiones. De hecho, la mayoría de nosotros pensábamos que estaba allí para simplemente "orientarnos" académicamente, en el caso de estar indecisos sobre si tirar para ciencias o letras, por  qué salida de grado o ciclo podíamos optar... Y cuando descubrí la cantidad de aspectos que puede tratar un orientador, y el alto número de funciones y ámbitos que abarca, me encontré altamente sorprendida. De ahí mi interés en reconocer esta figura tan necesaria. 

Echando un vistazo a los blogs que encontramos en la presentación, me han parecido muy interesantes dos de ellos. El primero es "Familia y cole", un blog muy visual, y de fácil manejo que sin duda resultaría muy atractivo para todo aquel que decida visitarlo. En cuanto entras te dan ganas de pinchar en todos los apartados que te ofrece. De ellos el que más atractivo me ha resultado ha sido el apartado llamado "folletos" dirigido sobre todo a padres o profesores, en el que en cada uno se ofrece una serie de soluciones o modos de afrontar distintas situaciones que se den en el niño o adolescente.

Otro blog que me ha sorprendido ha sido el de "Silvina Paricio orienta", en su caso por la inmensa cantidad de información tan diversa y de gran utilidad que encontramos. Hay entradas de todo tipo: desde información sobre becas, adopción, calendarios escolares, diferentes tipos de discapacidades y enfermedades, violencias, distintos tipos de educación...Un blog completísimo y lleno de materiales que todos podemos aprovechar.

Me guardo la dirección de éste y algún otro para futuras consultas.



En cuanto al ranking de blogs de mis compañeros, allá va... Me he centrado en mi grupo, por ser personas que conozco más y por poder haber acudido a sus presentaciones personales:

1. Blog de Isabel Sánchez, su entrada sobre el estado de la educación en el mundo lo merece, se metió una currada impresionante para ofrecernos testimonios a lo largo y ancho del planeta. Enhorabuena.

2. Blog de Emilio Martín Marcos, me gustan todas las entradas de su blog: su forma de escribirlas, la manera de transmitir ideas... además me parece que Emilio, al ser padre, nos puede ofrecer una visión diferente que hace interesante leer su blog.

3. Blog de Ana Rodríguez, por su forma de pensar, comparto muchas de sus opiniones, sobre todo las que tienen que ver con la definición de educar (ante todo es dar al otro), y su recalco de dar el papel protagonista al alumno.

4. Blog de Alonso Sanjuan, me parece un blog atractivo porque ofrece una perspectiva filosófica de todos los aspectos que estamos tratando, entradas que te hacen reflexionar y ver las cosas de otra manera.

5. Blog de José Barbado, su forma de estructurar el blog lo convierte en uno de los más atractivos, muy visual. Se nota que en la elaboración de las entradas hay esfuerzo y dedicación.

sábado, 17 de octubre de 2020

Participación escolar




 El tema de la participación escolar me parece algo de suma importancia, pues parece que hoy en día, los centros docentes se han convertido en simples edificios en los que los padres "aparcan" (si me lo permitís) a sus hijos durante unas cuentas horas y luego recogen, sin involucrarse ni en muchos casos preguntar o interesarse por el desarrollo del día y la evolución de su hijo. Pero no es solo un problema de los padres, muchas veces los profesores no muestran el interés necesario en ampliar la motivación del alumnado en ámbitos tanto fuera como dentro del aula, y a su vez, los propios alumnos pasan de interesarse por las actividades y recursos que el instituto puede ofrecer.

Para empezar, pienso que los propios institutos deberían promover propuestas atractivas para despertar el interés en el alumnado. Recuerdo que en mi instituto, dirección (que como ya puse en otra entrada, contaba con un director de matemáticas al frente) focalizaba todo su interés organizar "El canguro matemático", una especie de concurso en el que se ponían a prueba las habilidades matemáticas de los participantes a diferentes rangos de dificultad. Como os podéis imaginar, el porcentaje de participación no era para echar chispas... Y es que resultaba una propuesta de lo menos seductora.

Sin embargo, existían otra serie de actividades que a mis ojos sí que eran resultonas, por ejemplo, teníamos un grupo de teatro que realizaba una obra representada para el resto de compañeros al año, también contábamos con un coro de profesores y otro de alumnos, que giraban por varios puntos de España participando en certámenes, y una actividad llamada "Paseos por Castilla" que consistía en ir a diferentes puntos de nuestra comunidad a pasar el día los domingos. Y algún que otro concurso, como el de elaboración de máscaras de carnaval y uno literario de cuento y poesía. Como veis, no nos podíamos quejar. Pero sin embargo, la participación no era alta o estaba mal vista, y esto se debía a que entraban en juego otros factores negativos: muchos opinaban que cantar en el coro o actuar en el grupo de teatro era de frikis, y si ibas de paseo los domingos, era porque eras un pelota y querías entrar en el grupito del profe de historia que lo organizaba.  

Por, eso, creo que es esencial promover actividades en cantidad y variación más elevadas, en las que no solo participen los alumnos, sino animar a participar a profesores y padres, e igual así se empezarían a ver de otro modo. Además, el proceso escolar y de aprendizaje es algo que debe involucrar a toda la comunidad docente, en donde incluyo a padres, alumnos y profesores, por eso no me parecería descabellado incluso la obligación de participación en al menos una actividad a elegir por parte de todos.

En cuanto a propuestas de actividades, buscando un poco por internet, y viendo algunas iniciativas como las que vienen de Vitoria, me parece genial las actividades que rondan en torno a la lectura (con bibliotecas, charlas, talleres de creatividad escritora), también se debe fomentar el aspecto deportivo (que parece ser el más elegido por los alumnos), con diferentes deportes, torneos, yimkanas deportivas entre padres, profes y alumnos... y por supuesto, potenciar el lado artístico con certámenes musicales, conciertos, ciclos teatrales, que cuenten con su oportunidad de muestra al resto de compañeros a través de exposiciones y actuaciones.

Y que no se nos olvide, la participación escolar es esencial por parte de todos, pues al fin y al cabo, los padres y profesores, se convierten en modelos de imitación de los hijos, predicar con el ejemplo (si quieres que lean, lee, si quieres que sean sociables, ayúdales a socializar...) es imprescindible en la sociedad de hoy. 



Regreso al futuro (viajamos al 2030)

 Año 2030... qué lejos suena, y sin embargo, qué cerca está!. Cuando he leído la temática para esta entrada, lo primero que he pensado al pl...